«No basta con que una actividad satisfaga vuestro deseo de conocimiento, os aporte la dicha, la tranquilidad o la distensión. En cada actividad debéis buscar una ocasión de perfeccionamiento, de liberación interior. Ahora bien, incluso la manera en la que los humanos practican el arte, la ciencia, y también la religión, revela que no están buscando verdaderamente los métodos de perfeccionarse. Os preguntaréis: «Entonces ¿qué significa perfeccionarse?… y ¿qué debemos hacer para conseguirlo?» Perfeccionarse, es cambiar la calidad de nuestras vibraciones, con el fin de hacerlas más intensas, es decir más espirituales.

Todo está en la intensidad del pensamiento, del sentimiento y de la vida, he aquí lo que nos revela la Ciencia iniciática. Cuando el ser humano consigue vivir esta vida intensa, todas sus actividades, tanto físicas como espirituales, contribuirán a su perfeccionamiento.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: girasoles en Antigüedad (Palencia), 31 julio 2016 (cortesía de Marga Lamoca)