«Desde hace milenios los humanos han intentado explorar la materia, y en esa exploración llegan a perderse en ella. ¡Presenta tal diversidad, tal riqueza! Siempre hay cosas que ver, entender, tocar, saborear, acumular… Y con el progreso de la técnica, la época actual no es más que un descenso vertiginoso de la conciencia humana en el espesor de la materia.
Pero llegará el momento en que todos los humanos, hartos, saturados, experimentarán el deseo de elevarse hacia las regiones espirituales. Sentirán que, volviendo hacia las alturas, encontrarán todas las riquezas que abandonaron al descender a la materia. Y no solamente encontraran esas riquezas, sino también, gracias a la luz que recibirán de lo alto, podrán beneficiarse todavía mejor de todo lo que hayan ya descubierto y que continuarán descubriendo en el plano material.»
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Camino de Santiago portugués, entre Rubiaes y Tui, 22 junio 2018