«Existen varias formas de visión con denominaciones diferentes según los planos en los que se aplican. Al nivel más elevado se manifiesta la visión del espíritu, que se llama comprensión. Esta visión no tiene, evidentemente, ningún soporte físico, material, y el hombre no tiene, a menudo, ni siquiera conciencia de que ve. Pero en realidad, ve. Cuando, de repente, recibe, bajo la forma de una idea, la revelación de una realidad superior, es porque ha llegado a proyectar muy lejos, muy arriba, unos rayos de sí mismo que le hacen ver en el universo las leyes, las correspondencias, una estructura. Es la luz del espíritu que ilumina la realidad y nos permite captar sus aspectos más elevados.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Camino del Salvador, entre La Robla y Poladura de la Tercia, 11 de julio de 2019 (cortesía de Lupe Molero)