«Asistís por la mañana a la salida del sol para recibir frutos de esperanza. Sí, cuántas veces con su luz, su calor y su vida, el sol os ha dado de comer y de beber esperanza. Es una pena que con frecuencia abandonéis esa esperanza por el desánimo. Si no la hubierais abandonado, si no hubieseis tenido tantas dudas y vacilaciones, habríais obtenido muchos mejores resultados.

¿Por qué no tener pensamientos que alimenten nuestro espíritu? Si no intentáis salir de la triste realidad por la que os sentís asediados, os asfixiaréis. Debéis cambiar algo, al menos interiormente, diciéndoos: “Las dificultades, los sufrimientos no duran. Yo soy hijo de Dios, yo soy hija de Dios, y Dios prepara para mí la belleza, la luz, el esplendor…”»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: excursión a los ibones de Millás y Lenés, Huesca, 6 agosto 2022. cortesía de Carlos Bravo Suárez