«El amor es el remedio que, por más difíciles que sean las condiciones, es capaz de restablecer en vosotros el equilibrio, la salud, capaz de devolveros la vida. Porque la vida y el amor van unidos, y para que la vide circule, es necesario llamar al amor. En efecto, la vida nace del amor. Allí donde hay amor, hay vida; allí donde el amor disminuye, se aproxima la muerte.

Todas las religiones nos enseñan el amor hacia Aquél que da la vida. Este Ser que llena el universo, lo podemos encontrar en todas partes: está en la tierra, en las plantas, en el agua, en el aire, en el fuego, en nuestro organismo, en el sol, en las estrellas, por todas partes, y es ahí donde debemos buscarle para volvernos cada vez más vivos.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: atardecer en Hendaya, con Hondarribia al fondo,  27 de agosto de 2015