Seguramente habréis constatado que si durante algún tiempo habéis sabido comportaros con sabiduría, bondad, generosidad y control, habéis adquirido la posibilidad de afrontar mejor las situaciones difíciles que se os presentan. Os sentís fortalecidos como si hubierais recibido energías, como si una materia se hubiera elaborado en vosotros, un fluido sutil que alimenta las células de vuestro sistema nervioso. Y estáis sorprendidos. Os preguntáis qué es lo que ha sucedido para ser capaces de soportar sin rechistar los inconvenientes que antes os inspiraban cólera y angustia, o que os irritaban.

Por eso los sabios nos animan a practicar las virtudes. La moral que nos enseñan, no pretende humillarnos sino todo lo contrario, reforzarnos. De cada victoria que conseguimos sobre nosotros mismos, obtenemos energías que nos permiten avanzar. «

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Vista desde el Jaizkibel, Guipuzcoa, 13 agosto 2017 (cortesía de Jorge Tamames)