«Así pues, aquí tenéis ahora un tercer punto de la moral cósmica: si queréis salir de todas vuestras dificultades y llegar a ser un creador formidable, conectar con la Divinidad para recibir de ella algunas partículas que comunicaréis después a vuestra creación, y de esta manera vuestro hijo, o vuestra obra, os superará por su belleza y su inteligencia. He aquí, queridos hermanos y hermanas, unas perspectivas increíbles, unos horizontes nuevos: saber hacer intercambios con todo lo que es superior, saber que la oración, la meditación, la contemplación, son medios de creación”.
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), “Las leyes de la moral cósmica”, Tomo 12 de las Obras Comlpletas, p. 62, Editorial Prosveta. Imagen: San Juan de Luz, Francia, 25 agosto 2015