”Por todas partes, en dondequiera que estéis, hagáis lo que hagáis, tomad la costumbre de deteneros unos segundos y conectaos con el centro, con la fuente, con el sol interior… y continuad después con lo que estabais haciendo. Sí, deteneos un segundo, restableced la conexión, y después reintegraos a vuestras ocupaciones. No hay nada más valioso que esta costumbre. Diréis: «Ya lo hago, ¡y no veo que me aporte mucho!» Pues bien, ello prueba que no sabéis lo que debéis esperar. Lo único importante es que podáis hacer este ejercicio porque éste, por sí sólo, ya os procurará una satisfacción, una felicidad y un bienestar tales que podréis prescindir de todo lo demás. En este momento sois interiormente ricos, fuertes, poderosos, invulnerables… y esto es lo esencial”

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: vista de los Picos de Europa, Cantabria, 14 diciembre 2016 (cortesía de Violeta Arribas)