«Así como la luz del sol se derrama en ondas, de la misma manera actúa el Espíritu Divino, enviando periódicamente nuevos impulsos al alma. Esos impulsos estimulan al hombre en su adelanto y despiertan en él renovadas energías, a la par que crean las posibilidades para nuevos logros y mejores ideas. Ese es el gran trabajo del Espíritu. Prestad atención y obedeced a esos impulsos. Cada gran pensamiento necesita un pequeño impulso”.

Peter Deunov (1864-1944), “Peter Deunov, Hacia la Conquista del Reino Interior”, Aída Kurteff,  p.360, Editorial ¡Evera! (2019). Imagen: campo en Colombia, 22 diciembre 2020 (cortesía de Marcela Salazar).