«El día que los humanos aprendan a comparar las pequeñas contrariedades de la existencia y todos los bienes que la Providencia les ha ampliamente distribuido, no podrán sentir más que gratitud. Hasta entonces, continuarán atormentándose comparando lo poco que poseen, digamos, con todo lo que poseen los demás, según ellos más privilegiados. Pues bien, éstas son unas comparaciones muy malas.

Si tenéis una necesidad imperiosa de hacer comparaciones entre vosotros y los demás, ¿por qué no veis todas las ventajas que poseéis, mientras tantos seres humanos en el mundo deben sufrir persecuciones, guerras, epidemias y hambre? La ingratitud y el descontento constantes son señal de falta de inteligencia; en lugar de tener conciencia de las bendiciones con las que el Cielo les colma, ¿por qué tanta gente sólo ve por todas partes motivos para ser desgraciados?»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: ciudadela de Jaca, 16 diciembre 2017