«La tristeza, el desánimo, la irritación… haced todo lo posible para salir de esos estados encendiendo las lámparas que el Creador ha puesto en vosotros… todo tipo de lámparas, grandes, pequeñas, coloreadas… ¿Cómo alumbrarlas? Simplemente como encendéis las lámparas de vuestra casa.

En cada casa existe una instalación eléctrica que depende de una central, y cuando queréis alumbraros, apretáis un botón. Interiormente, todos poseéis una instalación idéntica que recibe la corriente de la Central cósmica: Dios. En el mundo físico, hay un botón, un interruptor, que es preciso presionar o girar. En el mundo psíquico, el pensamiento basta. Os concentráis en el Señor, la Luz de las luces, pensando que ilumináis las lámparas dentro de todo vuestro ser. Primero se enciende una, luego otra… No os detengáis, otras se encenderán y finalmente se producirá una verdadera iluminación.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Villanueva de la Torre, Palencia, 7 diciembre 2018 (cortesía de Marga Lamoca)