«Antes de empezar cualquier empresa, tratad de proyectaros hasta el mundo de la luz y preguntad cómo debéis actuar. La respuesta os vendrá en forma de un pensamiento, o de un sentimiento, de una imagen, de una figura simbólica. Si esta respuesta es clara, es que el camino está despejado, podéis actuar. Si sentís que dudáis, o un temor o una contradicción, es que hay obstáculos en vuestro camino o que no estáis todavía preparados para esta empresa. Entonces, esperad hasta el día siguiente, dejad de pensar en la pregunta y no actuéis hasta que el camino esté libre y claro.

Vuestro corazón y vuestro intelecto son pantallas donde las entidades del mundo invisible proyectan sus respuestas a las preguntas que les hacéis. Así pues, antes de tomar una decisión, observad esas pantallas, y si las imágenes que os emiten son oscuras, absteneros de actuar. Los espíritus de la sabiduría no cesan de trabajar en todo el mundo; entonces, en vez de querer realizar a toda costa vuestros propios proyectos, preguntadles si el Cielo, que sabe exactamente lo que necesitáis, no tiene otros mejores para vosotros.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Villanueva de la Torre, Palencia, 7 diciembre 2018 (cortesía de Marga Lamoca)