«Un pensamiento es un ser vivo y en su región, con los materiales sutiles de los que está formado, tiene grandes poderes. La ignorancia de esta verdad es para los humanos causa de muchas dificultades y pruebas. No ven, no sienten que su pensamiento trabaja, que construye o destruye; entonces se permiten pensar cualquier cosa, y después se extrañan de lo que les sucede.
Cada uno de nuestros pensamientos es una entidad viva, por ello debemos vigilarnos para no proyectar más que los mejores pensamientos, pensamientos llenos de amor, de bondad, de luz, de paz. El verdadero saber comienza ahí: en la consciencia de que un pensamiento es un ser real. Aunque no podamos ni verlos, ni escucharlos, ni siquiera tocarlos, todos los pensamientos, por débiles e insignificantes que sean, actúan como criaturas vivas. “
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: O Couso, Lugo, 25 enero 2017 (cortesía de Javier León)