«Cuando os despertéis por la mañana, esforzaos en tomar consciencia de la importancia de este instante, porque de él dependerá el resto de vuestra jornada, y de este día dependerá la continuación de vuestra existencia. Si no vivís correctamente hoy, pasaréis cada día siguiente reparando consecuencias de las faltas cometidas la víspera. Todos aquellos que se preocupan del futuro descuidando las veinticuatro horas presentes, dejan lagunas por todas partes en su existencia, y volverán a la tierra para corregir, reparar y sufrir.

Si por lo menos lográis vivir bien durante veinticuatro horas, preparáis las veinticuatro horas futuras, y el programa que se os presenta es más fácil de ejecutar: el terreno está desbrozado, no hay obstrucciones y la vida se ve así facilitada. Comenzad pues por vivir bien los primeros instantes de cada día con el fin de preparar las horas siguientes. Deciros: «El pasado es el pasado, el futuro está «por venir»… pero dispongo de hoy. Así pues, ¡a trabajar!»»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Vista desde el Collado de los Pastores (Madrid), 23 diciembre 2018 (cortesía de Fermín Tamames)