«La verdadera alegría es una disposición del alma que, más allá de las dificultades, los obstáculos y las penas, siente la vida como un don de Dios por el que sólo puede sentir  gratitud y la necesidad de agradecer.

Si queréis recibir a menudo las visitas de la alegría, cultivad en vosotros ese sentimiento de gratitud hacia el Creador, pero también hacia la naturaleza y los seres humanos. De esta forma, aunque no tengáis ningún motivo para alegraros, este sentimiento que os habréis acostumbrado a mantener, llegará y os cogerá por sorpresa. Como aquellos amigos que llegan algunas veces de imprevisto a haceros una visita que no esperabais.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: “Mongolia” (1938), pintura de Nicholas Roerich