«Existen numerosos libros que explican cómo meditar y qué fórmulas se deben pronunciar durante las meditaciones… No niego que estas fórmulas sean bellas, útiles y eficaces. Pero hay una palabra que nunca mencionamos, una palabra que es para mí la más poderosa de todas, una palabra que ilumina, que armoniza, que sana, es la palabra «gracias.» He probado muchos métodos en mi vida, he hecho muchas experiencias, pero el día que me acostumbré a pronunciar conscientemente la palabra «gracias», sentí que poseía ahí una varita mágica capaz de transformarlo todo. Si sabéis cómo pronunciarla, esta palabra hará en vosotros un trabajo hasta la médula de vuestros huesos.
No hay nada más importante que dar gracias a Dios: «Gracias Señor, gracias con todo mi corazón, con todo mi pensamiento, con toda mi alma, con todo mi espíritu, gracias.» Tendréis la eternidad para verificar el valor de esta palabra. «
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Porto, Portugal, 6 enero 2017 (cortesía de Ana Gil)