«Si queréis llegar a ser verdaderamente dueños de vosotros mismos, empezad a ejercitaros durante las comidas. Aprended a desplazar los objetos sin golpearlos, y después, durante todo el resto de la jornada, esta armonía se reflejará en vuestras diferentes actividades, simplemente porque os habréis ejercitado mientras estabais en la mesa. Y no basta con aplicarse para no hacer ruido, aprended también a concentrar vuestra atención en el alimento mismo. Tratad de desembarazaros de las demás preocupaciones para pensar solamente en el alimento, maravillándoos por todo lo que Dios ha puesto en él en tanto que fuerzas, energías, vitalidad… Cuando hayáis aprendido a comer en este estado de armonía, podréis emprender múltiples actividades sin sentiros nunca cansados.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Cedros del Himalaya en Madrid, 5 enero 2022 (cortesía de Olga Tamames)