«Han tratado de convencernos de que la visión científica del mundo está acercándose rápidamente a una teoría del todo en la que apenas quedaría espacio para nuestra alma, para el Cielo ni para Dios. Mi periplo por las profundas regiones del coma, más allá del tosco reino de lo físico, me llevó hasta la esplendorosa morada del Creador todopoderoso y me reveló el abismo indescriptiblemente dilatado que separa nuestro humano conocimiento del asombroso reino de Dios».

Dr. Eben Alexander en “La prueba del Cielo”, (2012), página 205 de la versión española editada por Zenith/Planeta. Imagen: Vista de Madrid, 25 de enero de 2019 (cortesía de Eleonore Weil)