”La mente se expande durante el día.
La bondad se eleva hacia la felicidad.
Pero entre Nosotros el puente es el espíritu.
Con el espíritu se pueden levantar montañas.
Pero este puente puede ser arrasado en un instante.
Y el abismo que quedaría no podría ser llenado ni con las
   rocas de todas las montañas creadas.
Por lo tanto proteged la flor del Diamante.
Pues no florece entre la nieve.
Pero si el Creador te ha dado la fuerza de este puente, que
   existe entre Nosotros, ve y nutre la llama.
Y a los caminantes decidles:
   –”Sabemos a dónde vamos”».

Las hojas del Jardín de Morya, I, sutra 300 (1924), Agni Yoga Society, versión de Gráficas El Cid, Alcoy 1980. Imagen: Puerto de Pandetrave (León), Camino Valdiniense entre San Vicente de la Barquera y Mansilla de las Mulas, 2 enero 2020 (cortesía de Ricardo Fernández del Blanco)