«¡He aquí otro nuevo año! Procuren pasar este primer día en la mejor disposición interior, porque ese primer día tiene tanta importancia para el resto del año como el momento del nacimiento para toda una vida.
La vida de cada ser humano está marcada por las configuraciones astrales presentes en el momento de su nacimiento; y es la razón de ser de los horóscopos: el desarrollo de una vida conserva la huella de las influencias que actuaron en ese primer momento. A escala más reducida, el primer día de un año influencia la sucesión de los días que vendrán. Por ello, permanezcan atentos y vivan este primer día en la luz, el amor y la armonía. Hora tras hora, con la oración, la meditación, los cantos, y sobre todo con buenos pensamientos y buenos sentimientos, traten de grabar huellas de luz que influenciarán benéficamente todos los demás días de este año.»
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: pintura de Nicholas Roerich, The Greatest and Holiest of Tangla” (1932).