“El racismo es una de las peores teorías que hayan sido jamás inventadas por individuos criminales. Porque sea cual fuere la raza a la que pertenezca, cada ser humano representa una célula del gran Ser cósmico. Pero ¿ cómo podemos hacer comprender esto a todas esas « células » que permanecen en un nivel de conciencia tan inferior que se sienten extrañas a las otras, e incluso hostiles ? No son capaces de concebir esta unidad a la que pertenecen, y a la menor ocasión por sus comportamientos, no se oponen solo a un número pequeño de células, también entran en conflicto con el Todo.

Es preciso que estas células anárquicas admitan que la humanidad entera no es, en realidad, más que un solo y único organismo, una sola y única entidad. El día que lo consigan, cada una de ellas no tendrá otro deseo que entrar en armonía con todas las otras células que forman parte como ellas del Ser supremo, el Creador. Si se niegan, si excluyen a las demás, en realidad son ellas quienes se excluyen del Todo”.

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: O Couso, Lugo, febrero 2018 (cortesía de Maritza López)