«Innumerables entidades del mundo divino se ocupan de preparar las condiciones de nuestro éxito, de nuestra felicidad, pero no queremos reconocerlo. ¿Por qué? Porque los acontecimientos se presentan ante nosotros de una manera diferente a lo que imaginábamos o esperábamos. Pero si lo que esperamos se realizara tal como lo habíamos deseados, quizás nos veríamos expuestos a complicaciones y decepciones mayores. ¿Habéis pensado en ello?

La Sabiduría divina responde a nuestras peticiones. Pero lo hace a través de acontecimientos que no comprendemos. Sí, todavía no somos lo suficientemente clarividentes para interpretar los signos que nos revelarían la razón de estos acontecimientos, los encuentros que realizamos, o de la presencia de ciertas personas a nuestro alrededor. Ciertamente lo comprenderemos un día. Mientras tanto, debemos confiar en el Cielo que lo ha previsto todo para nuestra evolución.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: ermita de San Miguel de Gormaz, Soria, febrero 2018, cortesía de José María Aldea