«Cada día, esforzaos por alcanzar el centro divino que hay dentro de vosotros. Entonces, todas las partículas de vuestro ser, todas las fuerzas que circulan en vosotros, se armonizan y ordenan con respecto a este centro divino alrededor del cual deben gravitar. El secreto de la vida espiritual consiste en convocar a esta multitud de elementos inconexos que están dispersos en todas direcciones, y hacerlos girar en torno a vuestro sol interior, igual que los planetas giran en torno al sol cósmico. Entonces sí que podemos hablar de orden, de armonía, de paz, podemos hablar del Reino de Dios: porque hay un centro, hay un sol, un núcleo en torno al cual todos los demás elementos encuentran su sitio y la trayectoria a seguir.»
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta . Imagen: Camino de Santiago Vía de la Plata, entre Granja y Tabera, 10 febrero 2020 (cortesía de Petra Vosters)