«Cada vez que tengáis ocasión de hacer algo útil y bueno para los demás, hacedlo. Decios: «¡Quiero hacer el bien, quiero ayudar a los demás, y me da lo mismo si esto no me aporta nada, ni me importa si no recibo una recompensa!» ¿Cuáles serán entonces las consecuencias? Desarrollaréis la bondad, la paciencia, la generosidad, la abnegación, y no solamente sentiréis que os expandís, sino que debido a vuestra irradiación, un día seréis apreciados y amados por todos.

Jamás queda sin efecto un buen pensamiento o un buen sentimiento, porque todo se registra y deja unas huellas. Ciertamente, no debéis esperar que todo el mundo a vuestro alrededor se de cuenta inmediatamente de lo que albergáis de bueno en vuestra cabeza y en vuestro corazón. Pero sabed que un día u otro, lo que hayáis hecho de útil y de constructivo eligiendo el buen camino, os traerá todas las bendiciones. Esta es una ley absoluta.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta . Imagen: Camino de Santiago, Vía de la Plata, saliendo de Zamora, 8 febrero 2020 (cortesía de Petra Vosters)