«Observad un globo sujeto a un hilo: quiere subir hasta el cielo, pero permanece atado al suelo… Como este globo, existe en todo ser humano algo que aspira a escaparse, a elevarse libremente en el aire, pero que es retenido por unos lazos. Pues bien, debemos esforzarnos en aflojar poco a poco estos lazos para dar una salida a ese deseo eterno inscrito en su alma: el deseo de lanzarse hacia esa inmensidad de luz y de paz donde tiene su origen.
Es de este recuerdo a menudo vago y confuso, de una patria lejana, de una patria perdida, de donde la mayoría de los humanos extraen su fe. Llevan inconscientemente en ellos las huellas imborrables de un pasado inmemorial donde vivían en el seno del Eterno, y sienten nostalgia de ello.»
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Hendaya, Francia, 24 de febrero de 2019