«Dejad de identificaros con vuestro cuerpo físico. No sois vuestro cuerpo físico: solo es vuestro vehículo, no más. Los humanos, al confundirse siempre con lo que no son, están desorientados y por eso se debilitan. El cuerpo, la materia, son perecederos y, si os identificáis con vuestro cuerpo, pereceréis con él. Mientras que si os identificáis con vuestro espíritu que es inmortal, os convertís en una chispa, una llama, y podréis vencer todas las dificultades.
El mayor daño que se hacen los humanos, es aceptar identificarse con la materia que es corruptible y efímera, en vez de identificarse con el espíritu, que es inalterable y eterno. Cuando el espíritu abandona el cuerpo físico, continúa existiendo. El cuerpo físico no es más que el instrumento que ha sido dado al espíritu para que podamos vivir en la tierra. «
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: pico Aneto desde Benasque (Huesca), 11 febrero 2021, cortesía de Carlos Bravo Suárez