«Es natural lamentarse de las faltas que se han cometido, pero no es necesario insistir en ellas y darse continuamente golpes en el pecho pensando que vamos a atraer de esta forma la misericordia divina. No, en realidad, con esta actitud, lo que hacemos es volver a crear, en el astral, clichés, fealdades, miserias, siempre las mismas y las alimentamos.

¿Habéis cometido errores y os arrepentís? Muy bien, pero no insistáis más sobre ellos. Una vez comprendido qué es lo que habéis hecho mal y porqué, recordadle a vuestra memoria los momentos luminosos que ciertamente habéis conocido también, esos momentos en los que os sentisteis un hijo de Dios, ligero, feliz, lleno de amor por el mundo entero. De esta forma restableceréis en vuestra alma condiciones para que las entidades que participaron en estos estados de alegría y de luz, vuelvan a visitaros, y recibiréis de nuevo fuerzas y bendiciones.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta . Imagen: Camino de Santiago Vía de la Plata, Gudiña, 17 febrero 2020 (cortesía de Petra Vosters)