«No podemos obligar a las personas a transformarse. Si no experimentan ellas mismas la necesidad, si no han comprendido la importancia de una filosofía y de una disciplina espirituales, no podemos forzarles, hay que dejarles. Su actitud prueba únicamente que son muy jóvenes todavía y que tienen necesidad de experiencias, de lecciones. Sufrirán, por supuesto, y es este sufrimiento el que les obligará un día a cambiar de vida. En cuanto a aquellos que no están satisfechos con su vida prosaica, apagada y limitada, todo un abanico de actividades extraordinarias se abre ante ellos. Esas actividades están representadas simbólicamente por lo que la mitología ha llamado “los doce trabajos de Hércules”. Los doce trabajos de Hércules están vinculados al zodiaco, representan doce actividades para el hombre que le permitirán abrir las doce puertas y convertirse en la nueva Jerusalén, la ciudad de luz donde ya no habrá ni tinieblas, ni enfermedad, ni muerte.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos Cotidianos, Editorial Prosveta Imagen: vistas de Armeña (Huesca), 18 julio 2020 (cortesía de Carlos Bravo Suárez)