«Puesto que debe sufrir las limitaciones de la materia, nuestro espíritu no puede aún manifestarse en plenitud. En su esfera, arriba, tiene poderes ilimitados, es todopoderoso; es la materia aquí, en nosotros y a nuestro alrededor, la que le impone límites. Pero gracias a la continuidad de nuestros esfuerzos cotidianos, el espíritu se abre camino poco a poco, y al final, consigue triunfar sobre los obstáculos y a transformarlo todo.

Se dice que el espíritu posee poderes «sobrenaturales». No, en realidad no hay nada de sobrenatural. Los llamados milagros o prodigios, todos esos acontecimientos que en apariencia contradicen las leyes de la naturaleza, no son ni sobrenaturales, ni supranaturales, ni antinaturales: obedecen solamente a otras leyes, también naturales, las leyes del espíritu. Esforzaos por purificar la materia de vuestro cuerpo físico y de vuestros cuerpos psíquicos, y sentiréis también realizar en vosotros los «milagros» del espíritu.

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: paisaje en Islandia, 9 julio 2021, cortesía de Alfonso de Pedro