«Muchos creen que es el intelecto el que puede guiarles, abrirles horizontes y darles la clave de los grandes misterios. Y sin embargo, cada vez más los humanos están obligados a constatar que no es por su intelecto como encontrarán la paz y la felicidad. Al contrario, la ciencia y la filosofía, en vez de dar un sentido a su vida, no hacen a menudo más que secar su fuente, cortar sus raíces y sumergirles en un horrible desorden interior. Por ello, si queréis que una nueva vida se abra ante vosotros ahora, dejad de dar el primer lugar al intelecto, pensad en manifestar más las cualidades del corazón: la bondad, la indulgencia, la generosidad, porque esas son las cualidades que dan verdaderamente un sentido a la vida.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos Cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: embalse de Barasona (Huesca), 19 junio 2020 (cortesía de Carlos Bravo Suárez)