«¿Cómo entrar en relación con Dios, este Ser que para nosotros es tan inalcanzable, inaccesible e insondable? El mejor método para unirse a Él, para sentirle, e incluso tocarle es trabajar con la luz, concentrarse en la luz, sumergirse, regocijarse en ella, porque la luz es la expresión del esplendor divino.

La luz es como un océano de vida que vibra, que palpita; podéis sumergiros en ella para nadar, purificaros, respirar, beber e incluso comer… Solamente en el seno de la luz captaréis algo de la esencia de la Divinidad.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Camino de Santiago de Madrid, entre Castromonte y Medina de Rioseco, 16 de mayo de 2019