«¿Por qué el ser humano es capaz de lo mejor y de lo peor? Porque, por su conciencia, se sitúa en la frontera entre el mundo inferior y el mundo superior. Si no está vigilante, si su conciencia no está despierta, las fuerzas oscuras empezarán a dominarle. Por el contrario, cuando se une a las fuerzas del mundo superior, se convierte en canal de las corrientes benéficas.
Desde el momento en que sabemos esto, medimos cuán importante es el lugar que ocupamos en el universo, porque depende de nosotros que se abran las puertas de la luz o las de las tinieblas. Puesto que nos encontramos en la frontera entre esos dos mundos, cada uno de nosotros contribuye con su actitud a las manifestaciones del bien o del mal sobre la tierra. Del mismo modo que el sol es la puerta de las fuerzas divinas en el sistema solar, nosotros podemos convertirnos en la puerta de las fuerzas solares sobre la tierra. Tenemos pues una misión grandiosa que cumplir en el universo.»
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Canal de Castilla, entre Boadila del Camino y Frómista (Palencia), Camino de Santiago Francés, 16 mayo 2018