«Una mano amiga, una mirada, el tratamiento afectuoso, un médico cariñoso, una voz solidaria al otro extremo del teléfono pueden ser el puente milagroso que restablezca en nosotros ese flujo de la energía del amor que da, a cada instante, vida a nuestra vida.”
 
Jorge Carvajal, “Por los caminos de la bioenergética. Un arte de curar” (1995) p. 188. Editorial Luciérnaga, 2006. Imagen: Alto de Aizpiroz, Navarra, 22 agosto 2016