«El ser humano tiene necesidad de espacio, de infinito, de eternidad, de esa nutrición del alma y del espíritu que la filosofía materialista no ha tenido nunca en consideración. Por eso, un buen día el materialismo fracasará… Si, ciertos acontecimientos se producirán y habrá una rotura. Queremos hacer creer a los humanos que su felicidad depende del progreso técnico, de la comodidad, y les impedimos así hacer contacto con otras regiones, con otras entidades, las únicas que podrían aportarles la paz, el amor y la plenitud que necesitan.

Ese mundo espiritual y místico, ha sido tan rechazado, ridiculizado y burlado, que apenas quedan personas que se sientan impelidas a buscar los elementos necesarios para su supervivencia, y la humanidad se muere de asfixia, intoxicada y desequilibrada. Solo una Escuela iniciática nos da las mejores condiciones para entrar en comunicación con ese mundo sutil, respirar, comer, beber y sentirnos colmados. Cuando meditamos, no tomamos nada, no hay ni alimento, ni bebida, ni perfume…. Es el vacío; pero he aquí que es en ese vacío en el que el alma se expande.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos Cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: paisaje en Toledo, 8 junio 2020 (cortesía de Carchín Oriol)