«La mayoría de la gente pasa el tiempo enviando pensamientos de ira, de odio y de venganza que contribuyen a crear desórdenes y catástrofes en el mundo. El discípulo por su parte, debe olvidar todo lo que le molesta, le atormenta o le irrita, para pensar exclusivamente que está en la luz y que la propaga. Todos los humanos tienen las mismas posibilidades de crear con el pensamiento, solo que algunos lo utilizan para el mal y otros para el bien, he aquí la diferencia. No es que algunos estén más dotados o privilegiados, y otros desheredados, no, todos tienen las mismas semillas, los mismos materiales depositados en ellos. Por tanto, en vez de dejaros llevar por creaciones negativas, veinte, treinta, cincuenta veces al día, pensad en poner orden en vuestros pensamientos y vuestros sentimientos, con el fin de crear todo lo que es bello, armonioso y divino.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos Cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Valle de Benasque (Huesca), 31 mayo 2020 (cortesía de Carlos Bravo Suárez)