«Descuidando el vínculo que le une al mundo divino, el hombre se corta de sus raíces verdaderas y pierde el sentido de la vida. El mundo divino no es como un país ajeno a vosotros que podéis ignorar sin consecuencias. El mundo divino es vuestra tierra interior, es el mundo de vuestra alma y de vuestro espíritu, y al cortar el vínculo con él, os priváis de los recursos que más necesitáis para vivir.
En las pruebas y dificultades de la existencia, algunos encuentran instintivamente el contacto con esta realidad superior. Pero esto no basta, el hombre debe ser consciente, en todos los momentos de la vida cotidiana, de la presencia en él de este mundo tan rico y tan poderoso donde puede encontrar incesantemente recursos espirituales: la fuerza, la valentía, y la inspiración…»
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: excursión a los ibones de La Munia (Huesca), 3 junio 2021, cortesía de Carlos Bravo Suárez