«Todos tenéis en vosotros una llama y, por débil que sea, está en vuestra mano alimentarla para que se convierta en una hoguera gigante. Pero comenzad por ser prudentes, no os expongáis a corrientes que pueden destruir vuestra fe, vuestro amor y vuestra esperanza. No frecuentéis a cualquiera, no vayáis a ver cualquier espectáculo: elegid alimentos para el corazón, para la inteligencia, para el espíritu, que os fortalezcan interiormente. Cuando seáis verdaderamente fuertes, podréis afrontarlo todo, y las mismas condiciones o encuentros que antes os hubiesen derribado, aumentarán por el contrario vuestra luz y vuestra paz. Cuando una llama ha encontrado suficiente alimento para convertirse en una hoguera, el viento ya no la apaga; al contrario, no hace más que avivarla.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos Cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: atardecer en Calonge de Segarra, Barcelona, 10 de marzo de 2020 (cortesía de Cal Ros)