“Algunos días, vuestra voz es cálida, plena, expresiva, vivificante, mientras que otros, está plana, apagada, ronca o chirriante. Si vuestro timbre de voz es susceptible de tales cambios, es porque depende del estado en el que os encontráis. Por eso, debéis despertar siempre en vosotros estados de consciencia armoniosos para actuar sobre vuestras cuerdas vocales.
        
Cuanto más alcanzáis las regiones superiores de la consciencia, tanto más los sonidos que salen de vosotros son cristalinos, límpidos, vivos, poderosos, capaces de actuar favorablemente sobre las criaturas. Cuando sepáis poner vuestra voz al servicio de las fuerzas de la luz, contribuiréis a disgregar las tinieblas que pesan sobre el mundo. Los hijos de Dios deben conocer estas leyes para hacer el bien. “
        
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Corcubión, 10 junio 2022