«Ayer hicisteis esfuerzos, y hoy debéis comenzar de nuevo, porque hoy es un nuevo día. Y no digáis que estáis cansados. Cada día todos debemos hacer esfuerzos, porque cada día necesitamos un nuevo alimento. El alimento de ayer fue para ayer.
En el mundo espiritual, cada día todo debe ser nuevo, puro y luminoso. Como el sol, debemos ponernos cada día un nuevo vestido. El sol de hoy no es el de ayer; ¿no veis que cada mañana aparece con un nuevo rostro? ¿No veis que cada mañana se pone una camisa nueva, un nuevo sombrero?…. ¡Verdaderamente, no sé qué palabras, qué imágenes emplear para que me comprendáis! En esta luz que absorbemos completamente nueva, completamente fresca, debemos hallar pensamientos, un amor, también completamente nuevos, maravillosamente nuevos.»
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: en el Camino de Santiago (cortesía de Carlo del Negro)