«Cualquiera que sea el desarrollo de nuestro intelecto, no debemos confiar demasiado en él pensando que nos guiará, nos dará la clave de los grandes misterios del universo y nos revelará el motivo de nuestra presencia en la tierra. Incluso nos vemos obligados a constatar que, en el momento actual, sucede exactamente lo contrario: la ciencia y la filosofía, tal como se enseñan y se propagan, en vez de revelar a los humanos el sentido de su vida, con frecuencia solo agotan su fuente, cortan sus raíces, destruyen sus verdades y los sumergen en la angustia y el desorden interior.

Si queréis ahora ver nuevos horizontes abrirse ante vosotros, dejad de conceder al intelecto el primer lugar, pensad más en manifestar las cualidades del corazón: la bondad, la indulgencia, la generosidad. Estas son las cualidades que os harán descubrir en vosotros fuentes inagotables que os revelarán el sentido de la vida.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Villalcázar de Sirga, Camino de Santiago, Palencia, 4 marzo 2018, cortesía de Marga Lamoca