«No deis nunca la razón a vuestra naturaleza inferior. Dadle, si queréis, el beneficio de… la “razón irrazonable”, diciendo: “Bien, es lo que es por motivos que indudablemente fueron válidos en el pasado, en un cierto estado de evolución, cuando el hombre, como el animal, debía obedecer a sus instintos. Pero ahora, en un estado más avanzado de la evolución, la inteligencia cósmica tiene otros proyectos para mi”. Por tanto, nunca sigáis a la naturaleza inferior, ni a aquellos que están sometidos a ella. Por supuesto, podéis excusarlos comprendiendo la causa de su actitud y de su conducta, pero nunca aceptéis hacer como ellos, porque en ese momento firmáis vuestra sentencia de muerte. Comprenderles, excusarles, perdonarles, es distinto: está permitido, es incluso deseable. Pero vosotros, seguid vuestra naturaleza superior, estaréis siempre en el buen camino y podréis también arrastrar a los demás.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos Cotidianos . Imagen: atardecer en el campo en Toledo, 4 de marzo de 2020 (cortesía de Carchin Oriol)