«No hacemos más que surcar un mundo de apariencias, nos dicen los sabios y los Iniciados, porque la vida es un sueño del que un día despertaremos. He aquí una idea más con la cual debéis tratar de trabajar. Cuando atravesáis un periodo difícil, por ejemplo, decíos: «Sufro, estoy enfermo, me siento perseguido. Sí, pero es una quimera, estoy soñando, y cuando me despierte, no quedará ni rastro de ello.» O bien: «Todas estas pruebas no me afectan. No sé a quien están destinadas… quizás a alguien que tiene mi apariencia, pero en ningún caso a mí. Yo estoy fuera de todo esto, yo soy un espíritu, soy invulnerable y puedo contemplar estos acontecimientos como un simple espectador.» Efectivamente, no avanzaréis verdaderamente por la vida espiritual sino sabéis distinguir dónde está la verdadera realidad.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: entre Malpica y Corme de el Camino de los Faros de Coruña, 9 marzo 2017 (cortesía de Koldo Aldai)