«En todos vosotros habita una llama, una aspiración divina, y aunque ésta sea muy débil, tenéis el poder de alimentarla para que se convierta en una hoguera gigantesca. Cuando empecéis a sentir esta llama arder en vosotros, sed prudentes y no la expongáis a cualquier corriente de aire que pudiera extinguirla. Es decir, no frecuentéis a cualquier persona, ni leáis cualquier cosa, no vayáis a cualquier espectáculo: escoged buenos alimentos para el corazón, para la inteligencia y para el espíritu, alimentos que os refuercen interiormente. Cuando seáis verdaderamente fuertes, podréis hacer frente a todo, y las mismas condiciones o encuentros que antes os hubieran destrozado aumentarán, por el contrario, vuestra luz y vuestra paz. Cuando una llama halla suficiente alimento para convertirse en una hoguera, el viento ya no podrá apagarla. Al contrario, aún la avivará más.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: escena en Düsseldorf, 30 de abril de 2022 (cortesía de Alfonso de Pedro)