«Si realmente queréis ayudar a los demás, debéis tomar la costumbre de abandonarles de vez en cuando para subir hacia Dios. Permaneciendo constantemente con los humanos no es como mejor podemos ayudarlos, sino elevándose uno mismo para recolectar riquezas que más tarde distribuirá a su alrededor. ¿Cómo puede un hombre débil, ignorante, sin grandes virtudes, ayudar a los demás con medios que no posee? Solo puede crear problemas y agitación alrededor de él. El único modo de ayudar a los seres, es de ir de vez en cuando a la patria celestial y de regresar para repartir las riquezas que allí hemos recogido.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos Cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Camino del Salvador, Baltoro, Pakistán, camino del K2 (cortesía Viajes Sanga)