«La lengua es un instrumento precioso, pero no ha sido dada al hombre para que la use como lo hace la mayoría de las veces: para debilitar o aniquilar a los demás. Su verdadera vocación es la de levantar al caído, iluminar, animar y guiar al que busca su camino. Si en esta vida algunas personas se ven privadas del uso de la palabra, es posible que este defecto les haya sido dado en castigo por el mal que hicieron en una vida anterior maldiciendo, calumniando o acusando falsamente a la gente. La lengua sólo les ha sido dada a los hombres para bendecir, agradecer y comunicar en la sabiduría, la justicia y el amor. Aquellos que ignoran el valor de esta riqueza que poseen, un día la perderán de una u otra forma.

La lengua es responsable de muchos acontecimientos felices o desgraciados de la existencia; gracias a ella, ganamos o perdemos amigos. Así pues, mostrad que sois sabios, buenos y honestos dominando vuestra lengua, y encontrando siempre una palabra benevolente para cada uno.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Imagen: Monastreio de Greijó, Camino de Santiago portugués, 13 mayo 2017