«Hacer el silencio es de alguna manera hacer el vacío en uno, y es en ese vacío en el que recibimos la plenitud. Si, porque en realidad el vacío no existe. Sacad el agua de un recipiente, entra aire, sacad el aire, entra el éter…. Cuando intentamos hacer el vacío, la materia es reemplazada cada vez por una materia más sutil. De igual forma, cuando llegamos a rechazar los pensamientos, los sentimientos y los deseos inferiores, es la luz del espíritu la que irrumpe, y a partir de ese momento, vemos y sabemos.

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos Cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Imagen: Valdemorillo (Madrid), 8 mayo 2020 (cortesía de Norberto Jorge)