«Hay modelos y modelos. Alguien destaca porque se impone o tiene éxito en tal o cual ámbito. Entonces, inmediatamente muchos otros quieren imitarle. Pero si es el dinero, las posesiones, la categoría social las que dominan, esto no es un buen modelo. ¿Por qué? Porque arrastrará a la gente por un camino donde siempre se verán impulsados a dominar a los demás, a avasallarles, a humillarles. Mientras que aquél que se distingue por sus cualidades espirituales: la bondad, la sabiduría, el dominio de sí mismo, la nobleza, la generosidad, la pureza, la abnegación… será un buen modelo, porque ayudará a los demás a ir por el buen camino y a encontrar la verdadera felicidad.

Todos los humanos necesitan modelos, no modelos de éxito material o social, sino modelos que les hagan tomar conciencia de sus verdaderas riquezas, las riquezas del corazón, del alma y del espíritu.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Imagen: Burgos, 2 junio 2016