«Es importante para el hombre desembarazarse de sus impurezas, y por eso los ejercicios de purificación tienen un lugar tan relevante en la Ciencia iniciática. Esta purificación, no solo debemos emprenderla con medios físicos (el ayuno, los ejercicios respiratorios, las abluciones, etc.) sino también con medios espirituales: la concentración, la meditación, la oración, con el fin de introducir en nosotros mismos una sustancia que desagrega y rechaza los elementos extraños y nocivos.

La pureza es la condición del desarrollo del ser humano, la condición de su salud, de su fuerza, de su belleza, de su inteligencia, de su felicidad, de su amor.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos Cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Imagen: Madrid a lo lejos, 8 mayo 2020 (cortesía de Beatriz Martín)