«¡Hay tantas cosas por descubrir contemplando la salida del sol, tantos ejercicios a realizar para impregnarse de esta vida, de esta luz y de este calor! Desde el alba, ya es un verdadero acontecimiento que se prepara en el cielo… Todas esas nubes oscuras o claras que aparecen o desaparecen… Después, todos los colores de la aurora que son como otras tantas señales anunciadoras de esta presencia deslumbrante: el sol.

Vale la pena sentir lo que representa el nacimiento de un día. Después de miles de años, cada nuevo día repite incansablemente el nacimiento del primer amanecer del mundo… ¡Y cuántas criaturas visibles e invisibles asisten a esta prodigiosa aparición de la luz! Unámonos a ellas para saludar a las fuerzas de la vida.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86), Pensamientos Cotidianos . Imagen: amapolas en el Camino de Santiago  (cortesía de Romina Korol)