«Con el pensamiento poseemos un extraordinario medio de acción. Sí, porque el pensamiento, que nos permite comprender, nos permite también actuar. Es mucho más que una simple facultad que tiene por finalidad el conocimiento, es la varita mágica, el instrumento del todopoderoso. Evidentemente, sólo podéis experimentar este poder del pensamiento cuando hayáis despejado el terreno, es decir después de liberar todas vuestras preocupaciones ordinarias, mediocres, que lo pueden entorpecer. Cuando lleguéis a conseguirlo, y tengáis vuestro pensamiento bajo control, podréis orientarlo en la dirección que deseéis para que haga un trabajo: regularizar, ordenar, armonizar las partículas y las corrientes en vosotros y en el mundo entero. Dais ordenes, os concentráis en una idea, sobre una imagen, sobre un proyecto, y es el pensamiento el que trabajará, el que buscará los materiales y los organizará.»
Omraam Mikhäel Aïvanhov, Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: Cerca de Osla, Uttarsakhand, India, noviembre 2017 (cortesía de Violeta Arribas)